Por: María Olivia Browne / Fotos: Ronny Belmar
"Con Friedman me saqué puras 'C'"
"En el Banco Central, donde trabajaba, había gente que no quería que yo fuera a Chicago, por lo que puse esa opción, que era la que yo quería, en sexto lugar. Y quedé", recuerda con el humor que lo caracteriza este economista de la Chile, quien partió a Estados Unidos en 1966 a sacar su máster. Allá, tomó "Teoría Monetaria" con Friedman, a quien recuerda como "el profesor más importante de la facultad, pero lejano de los estudiantes. Tenía la imagen típica del judío comerciante: bajito, gordito, pelado y andaba siempre con un maletín enorme. Cuando subía al estrado, cambiaba: se ponía a hablar, razonar y a comunicarse con facilidad con los estudiantes. Iba mucha gente a escuchar sus clases, logrando audiencias de más de cien personas". Al preguntarle por su rendimiento en ese curso, confiesa: "Me sacaba puras 'C', que son notas intermedias".
Al abordar la influencia de Friedman en nuestra economía, este ex presidente del Banco Central –entre los años 77 y 81– insiste con su tesis de que él no conocía Chile, "ni siquiera sabía dónde quedaba antes de que viniera, invitado por Javier Vial y Rolf Lüders. Esa fue su primera conexión formal con el país y luego volvió". En una de esas ocasiones, le tocó conversar con él: "Yo era vicepresidente del Banco Central, y recuerdo que al saludarlo, alguien dijo: 'Y además escribe en los diarios'. Entonces, él me preguntó: '¿Es periodista'. Y le respondí: 'No, soy economista, estudié en la Chile y luego en Chicago'. Pero me dijo: '¿Cuánto gana escribiendo? ¿Más que en el Banco Central?'. Yo le respondí: 'Creo que saco un poco más escribiendo artículos'. A lo que él respondió: '¡Ah, entonces es un periodista'. Esa respuesta representa la aproximación empírica pragmática que tienen los economistas de Chicago: ¿Cuánto vale usted? Lo que es lógico...".
Según Bardón, Friedman siempre decía que cuando se introduce libertad económica, terminarás con libertad política. "Y así como pasó en España y en Chile, hoy también está pasando en China, la que va a terminar siendo capitalista".
En nuestro país, dice, el ideario Chicago-Friedman se ha mantenido: ya nadie discute que la economía debe ser abierta, se respeta la propiedad y el Estado mantiene un rol menor que el histórico.